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Cuernavaca, Morelos, Mexico
Clases de YOGA (Hatha, Vinyasa Flow, Ashtanga, Sukha, Power, Pre Natal y Parejas). De lunes a sabado con diferentes horarios durante el día. Venta de Ropa adecuada para la Práctica de Yoga, japa malas, Jade Mats (tapetes), bonsáis, etc.

sábado, 18 de febrero de 2012

El pensamiento de hoy

- Amo lo que hago y veo a la adversidad como una oportunidad de crecer y de fortalecerme. Cuando hay obstáculos los supero fácilmente y nunca me rindo

viernes, 17 de febrero de 2012

Cultiva tu cuerpo y tu mente HOY, deja de vivir en el "mañana"

El pensamiento de hoy

- Disfrutaré de este día como si fuera el último, porque este día no volverá a amanecer jamás, si lo dejo pasar lo habré perdido, así que me prepararé para mañana trabajando con amor hoy

jueves, 16 de febrero de 2012

¿Es riesgoso practicar YOGA?


Recientemente el New York Times publicó un artículo que ha generado gran controversia a nivel internacional relacionado con los riesgos de practicar yoga. De acuerdo con el autor, hacer yoga puede provocar lesiones y problemas de salud de toda índole. Podrían decirse o hacerse muchas cosas al respecto, entrar en pánico y tirar nuestro tapete a la basura para siempre o ignorar a los autores y acusarlos de alarmistas. Sin embargo, también podemos tomarlo como una buena oportunidad de hacer una reflexión sobre la forma en la que realizamos y compartimos esta hermosa disciplina.

Existe el riesgo de sufrir una lesión en cualquier actividad física.
Incluso al caminar por la calle  podemos meter el pie en una coladera abierta, pisar una cáscara de plátano, torcernos un tobillo, tropezar, etc. Todas las actividades que involucran movimiento físico conllevan un riesgo de lesión y yoga entra en esta categoría. La mayoría de los deportes de alto rendimiento implican también ese riesgo, incluso en muchos de ellos sufrir lesiones muy severas es un hecho prácticamente seguro. Por cada jugador que se convierte en estrella de la NFL y por cada atleta que alcanza la gloria olímpica hay cientos de jóvenes cuya práctica deportiva los lleva a padecer por el resto de sus vidas las secuelas de lesiones graves en huesos y articulaciones. Sin embargo, sería tan absurdo prohibir el deporte de alto rendimiento como lo sería desaconsejar la práctica yoga por los peligros a la salud que éstos pudieran  generar. Yoga puede provocar lesiones, pero nadie tiene por qué lastimarse mientras lo practica. A continuación comparto algunos puntos que nos ayudarán a tener una práctica mucho más segura, benéfica y placentera:


1- Adopta siempre una actitud de humildad, construye buenas bases y piensa siempre como si fueras un principiante. Cualquier disciplina nos exige empezar desde nivel básico. Es imposible convertirse en jinete experto o en corredor profesional de la noche a la mañana. Lo mismo ocurre con yoga. Las personas que tienen algún tiempo practicando y han alcanzado un cierto nivel de fuerza y flexibilidad pueden hacer que muchas posturas parezcan fáciles sin serlo. Si nunca antes has practicado yoga y quieres iniciarte, pregúntate cuál es tu estado físico y sé muy honesto contigo mismo: ¿he hecho ejercicio alguna vez en mi vida?, ¿tengo experiencia previa en actividades como danza o artes marciales?, ¿padezco algún problema de salud crónico o alguna lesión importante?.   Busca una escuela seria donde ofrezcan el tipo de yoga que sea más adecuado para ti, pide recomendaciones y siempre escucha las sugerencias de tu instructor. Si lo consideras necesario, realízate un chequeo médico.

2- Aprende a sentir las señales de tu cuerpo. La sensación de un músculo trabajando es muy diferente al dolor de una lesión. Lo primero que todo practicante de yoga debe buscar es reconocer sus propias sensaciones físicas. Si en cualquier momento de la clase sientes un pinchazo en cuello o espalda baja, o un dolor intenso en los ligamentos, regresa a una postura más suave o sal de ella y pide ayuda a tu instructor. La gran mayoría de las posturas de yoga tienen variantes que se adaptan a practicantes novatos. Recuerda que durante la clase puedes descansar cuantas veces lo consideres necesario. Es importante comentarle al instructor sobre cualquier problema físico antes de la clase y no después, cuando ya te lastimaste. Nunca te sientas obligado a realizar ninguna postura que consideres que puede poner en riesgo tu salud o empeorar alguna condición existente.

3- Concéntrate en tu propia práctica y no en la de los demás. Actualmente se realizan incluso campeonatos de yoga, sin embargo, yoga no es por definición un deporte de competencia. A menos que decidas convertirte en experto en yoga competitivo y tengas las habilidades físicas para hacerlo, olvídate de la práctica de los demás, incluyendo a tu propio instructor. Nuestra mente tiende a desear llegar a posturas para las cuales nuestro cuerpo quizá no esté preparado aún. En una clase de yoga podemos encontrarnos con personas capaces de realizar movimientos sorprendentes, esto no significa que nosotros tengamos que alcanzar lo mismo a toda costa. Si tomas clase en grupo es muy seguro que en algún momento te topes con alguien que tenga más habilidades físicas que tú, sin importar cuál sea tu nivel. No te presiones por seguir la clase al pie de la letra y pide a tu instructor que te indique modificaciones más suaves todas las veces que lo consideres necesario. La mejor forma de practicar yoga es aquella en la que tú estás en sintonía contigo mismo, celebra cualquier logro grande o pequeño y recuerda que ellos son lo más importante. Una buena parte de los practicantes de yoga en algún momento se sorprenden de posturas y movimientos que nunca pensaron que podrían hacer, sin importar la edad en la cual comenzaron.

4- Establece límites razonables.
Encuentra el punto de equilibrio entre el esfuerzo y la suavidad. Un límite razonable es aquel donde estamos fortaleciendo y elastizando el cuerpo sin ponerlo en riesgo de sufrir una lesión. Es importante identificar hasta dónde podemos llegar sin sentir dolor intenso o fatiga extrema. Al mismo tiempo, debemos aprender a no consentirnos de más, ya que eso tampoco sirve de mucho. Es posible para la mayor parte de la gente obtener beneficios de la práctica de yoga, siempre y cuando ésta se realice de forma adecuada. Si eres una persona que nunca antes había realizado ninguna actividad física y no estás seguro de tus propias sensaciones corporales, es decir, si aún no puedes identificar entre un músculo trabajando y un músculo a punto de desgarrarse, o si padeces alguna lesión o enfermedad, realiza tu práctica tan suave y cuidadosamente como lo necesites. Recuerda que eres único y que no todos los cuerpos responden igual, así que no te angusties si te da la impresión que tus compañeros avanzan más rápido que tú, pierden más peso o recuperan más flexibilidad (recuerda que todos éramos flexibles en la infancia).  Cualquier esfuerzo rinde frutos por pequeño que sea, ten paciencia y eventualmente comenzarás a notar cambios.

5- Haz la elección adecuada.                                                                                    Elige el estilo de yoga y la escuela que se adapte mejor a tus necesidades.
Actualmente existe una enorme gama de estilos de yoga y no todos se adaptan a los requerimientos de cualquier practicante. Si eres una persona atlética y sin lesiones y estás acostumbrado a la actividad intensa, puedes probar entre un rango muy amplio de estilos. Si en cambio eres alguien que está en proceso de rehabilitación o padeces alguna enfermedad degenerativa como osteoporosis, debes buscar un instructor especializado en yoga terapéutico que tenga experiencia en alumnos con tus necesidades específicas , en algunos casos, es recomendable tomar clases individuales o en grupos muy reducidos de personas que compartan condiciones físicas similares. Personalmente no recomiendo las clases de “yoga de gimnasio” a personas con necesidades particulares, ya que los grupos son por lo general heterogéneos e inestables. Los instructores que podemos encontrar al frente de un grupo en un gimnasio son muy experimentados y pueden tener muchos conocimientos, no obstante, en ocasiones este tipo de clases son tan concurridas que es difícil que el instructor pueda brindar algún tipo de atención especial a un alumno con capacidades distintas. No le hagas la vida difícil exigiendo un tratamiento especial dentro de un grupo de 25 o 30 personas, ni te expongas a una lesión innecesaria, mejor busca una clase individual con un yogaterapeuta experimentado o únete a un grupo pequeño donde el instructor pueda darle a cada persona la atención necesaria, cualquier instructor con la suficiente ética va a ser honesto en cuanto a su capacidad para atender tu caso, y de no poder hacerlo muy probablemente te canalice con alguien mejor preparado. Siempre toma en cuenta que no hay estilos de yoga mejores ni peores que otros y lo único que debemos hacer es encontrar el que se adapte a nosotros.

Yoga no es la cura universal para todos los males del mundo ni pretende serlo, pero sí es una gran herramienta si se lleva a cabo con conciencia y responsabilidad. Antes de entrar en pánico y saltar fuera del tapete para siempre, pensemos un poco en cómo estamos experimentando nuestra práctica y reflexionemos en las formas en que ésta puede mejorar. Finalmente, yoga con todo y sus “posibles” riesgos siempre es preferible a pasar una vida sedentaria  frente al televisor.

Feliz práctica!

El pensamiento de hoy

- Me perdono todos mis errores sabiendo que en cada momento he hecho lo mejor que he sadido hacer, y me doy permiso de tener éxito, de sentir este éxito, y de tener todo lo que deseo

miércoles, 15 de febrero de 2012

El pensamiento de hoy

- Cada día salgo a conseguir mis sueños, y persigo mis metas sabiendo que soy ilimitado, me veo a mi  mismo como una persona feliz y exitosa y mi mente está tranquila, en paz, y siempre veo lo mejor en los demás y en cada situación

martes, 14 de febrero de 2012

El pensamiento de hoy

- Hoy haré lo mejor que pueda con los recursos que disponga y esté donde esté, y decido hacerlo por que será sublimemente superior a estarme quejando por cualquier cosa, hoy saldré dispuesto a conquistar mis metas

lunes, 13 de febrero de 2012